domingo, 5 de marzo de 2017


Por María Isabel Pardo Bernal.

05 de marzo de 2017.

Inferno, MI

 

 

Te das cuenta que todo son mentiras, que la soledad es la única que te acompaña en tiempos de dificultad extrema... y te preguntas si ya estás en el infierno ¿Sonríes? Podría ser peor. Las llamas están interesadas por venir a lamer tu cuerpo. Te dices que hay agua, y el agua se convierte en babas de caracol ¡Qué bueno para la piel!! Entonces la cosa se complica más, todo lo que puedes escuchar es reggaeton, la cabeza estalla y la sangre cubre los mares. A pesar de ello, pienso que todavía mis ojos ven el reflejo de tu barco, observo, y el dolor es tan grande cuando te veo, que prefiero arrancarme los ojos y cegar la sombra de tu cuerpo en otro cuerpo.  Todavía me queda sentir el latido de mi corazón, atada a su pálpito consumo los suspiros,  los llantos, las esperanzas. Me aferro a este infierno que conozco porque temo más  al que se han inventado. Y así, dejo que transcurran los días. Soy la agonía de la existencia que piensa, de los dioses que se aferraron a la razón, de la mujer de alas de colores, de la amante que rompieron, del ruego y la humillación ¡Estoy en MI infierno, ya nada más puede dañarme, no soy, no existo, pero, por todos los diablos, PIENSO!!!!!

3 comentarios:

  1. Como de costumbre, cada día te superas a ti misma, fantástica. Gracias por escribir como los mismísimos ángeles.

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  2. Como de costumbre, cada día te superas a ti misma, fantástica. Gracias por escribir como los mismísimos ángeles.

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  3. Se atisba algo de tristeza leyendo entre líneas, preciosas palabras que a veces sirven de válvula de escape. Pero que sepas que todos tenemos un infierno dentro, al cual debemos descender como Dante hizo para librar batalla por su amada Beatrice. Hay que hacer frente a numerosas adversidades, pero a veces de tanto ser fuerte se cansa uno, ¿irónico, no?. Nunca te quites tus alas, son las que pueden sacarte volando del inframundo.

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