jueves, 8 de noviembre de 2012

Miguel Álvarez
A la maldita inspiración de mi amiga María,
que cometió, insensata,la desfachatez de abandonarla.




Todo lo envuelve, el sonido de tu ausencia.
Todo lo mueve, todo gira en torno a ti.
Tu distancia, tu presencia, ¡tú! Solamente tú.

Yo no te llame, ni tan siquiera te busqué,
mas osada, mi vida abordaste, y ahora,
dueña y señora por maltrecho camino guías,
a quien a ti a dedicado, sus horas, noches y días

1 comentario:

  1. ¡Muchas gracias, querido amigo!! ¡Te debo varias! Y como bien dices, no hace falta la inspiración para nada, todo consiste en ponerte a trabajar; más tarde o más temprano...aparece lo que se busca.
    Un besote enorme.

    ResponderEliminar