miércoles, 12 de agosto de 2015


Por María Isabel Pardo Bernal.
¡Gritando al 10!  © 2015. Reservados todos los derechos.
 
 
 
 

 

 CUANDO MUCHOS PORQUÉS CONDUCEN A UNA SOLA RESPUESTA

 

Tengo estranguladas miles de preguntas en mi núcleo;

no dejo que mi garganta se atreva a lanzarlas.

Temo la respuesta,  tu silencio me mata.

Deja que los quejidos salgan de la boca

si no quieres que ahoguen

 el corazón de tu dama blanca.

Deja que mis lamentos naveguen

hasta zozobrar en tu océano .

Toma de mí lo poco que queda,

rebaña bien la fuente de pasión y secretos,

de caricias, esperanzas y sueños.

Y, si ya no es suficiente,

arrójame al pozo del olvido,

al infierno de la indiferencia,

al barro de la desesperanza.

Desaparece antes que un sentimiento

de tu frío espíritu nazca,

 no vuelvas la cabeza,

mira adelante, y corre.

  No escuches mis súplicas,

no tengas piedad de las lágrimas,

 que no te tiente una arrastrada,

que no te detengan mis palabras. 

Inserta universos de distancia,

 y  huye, huye, huye, huye, huye

como ángel de las llamas.

Huye de la mujer, de la niña, de la gata.

¡Esfúmate de mi vida, de mi alma

 y de mi cama!

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