LOBA
Por María Isabel Pardo Bernal
19 de Octubre de 2014.
(MI cariño, porque sé que lo
necesitan, para todas aquellas personas que se dedican a husmear en vidas
ajenas, cotillear, criticar, juzgar y hacer daño a otras. Es una pena que
tengan vidas tan mortificadas y frívolas como para necesitar enterrar otras
vidas que se les antojan más felices. A
todos y todas esas harpías que revolotean acechando a sus víctimas, quiero
enviarles un mensaje de amor, indicarles que hacer daño nunca proporciona la
felicidad, todo lo contrario. MI respeto, para que aprendan a respetar a quien
no piensa o actúa según sus criterios, y MI corazón en bandeja para que hagan
lo que quieran con él; por suerte, es viejo y se ha hecho a los golpes, también
es más sabio y sabrá aguantar los envites de cualquier jauría adiestrada por
los celos, la envidia, la crueldad, o
perversidad. Dicho esto, no os
equivoquéis, porque la LOBA surgirá con toda su fuerza, con la violencia de una
fiera, si os atrevéis a rozar un solo cabello de los seres a los que amo, no os voy a dar una oportunidad más.
Estoy enfadada, sí, lo suficiente como para que se haya ejecutado de nuevo la
transformación, la Loba ha vuelto, ¡aquí estoy y os espero!.
Mil tormentas sacuden mi
silencio, no puedo contener el fuego que quema mi serenidad. La luna ilumina
las lágrimas que se desesperan mientras me desgarro y me rompo. ¡Necesito mutar
para poder traspasar el manto sagrado de su cobarde mutismo! Las harpías vuelan
siniestras a mi alrededor, tengo los labios sellados y ahora, quieren censurarme el alma.
¡Me niego a que así sea! Siento el veneno
de sus bocas, la ponzoña de sus perversas mentes persiguiéndome. Otra vez ese
dolor que atenaza y mata, otra vez la tortura y la desesperación. Un frio
insoportable recorre mi cuerpo, ya no puedo más… ¡Ayuda!! Surge de mi garganta un lastimero aullido, y
de forma irracional, imparable, comienza
la transformación ¡Por fin! La fiera ha venido a salvarme, la Loba ha vuelto
para protegerme, la Loba tranquiliza el espíritu que se me escapaba sin
remedio, hundido y derrotado…
Y ahora me preguntáis por el suave y tierno aleteo de la mariposa, por el dulce balanceo de
las olas, ahora queréis que vuelva la niña muda e indefensa, ahora pretendéis
que sea el gusano oculto, la mujer frágil, la esposa invisible, ahora
buscáis la devoción, el afecto, el vigor de la comprensión, el ánimo de la que
siempre escucha, ahora queréis que resucite el muerto; demasiado tarde porque ¡AQUÍ
ESTÁ LA LOBA! ¿Quién quiere que siga el
cuento?
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