miércoles, 22 de octubre de 2014


LOBA

Por María Isabel Pardo Bernal
19 de Octubre de 2014.

 

(MI cariño, porque sé que lo necesitan, para todas aquellas personas que se dedican a husmear en vidas ajenas, cotillear, criticar, juzgar y hacer daño a otras. Es una pena que tengan vidas tan mortificadas y frívolas como para necesitar enterrar otras vidas que se les antojan más felices.  A todos y todas esas harpías que revolotean acechando a sus víctimas, quiero enviarles un mensaje de amor, indicarles que hacer daño nunca proporciona la felicidad, todo lo contrario. MI respeto, para que aprendan a respetar a quien no piensa o actúa según sus criterios, y MI corazón en bandeja para que hagan lo que quieran con él; por suerte, es viejo y se ha hecho a los golpes, también es más sabio y sabrá aguantar los envites de cualquier jauría adiestrada por los celos, la envidia,  la crueldad, o perversidad. Dicho esto, no  os equivoquéis, porque la LOBA surgirá con toda su fuerza, con la violencia de una fiera, si os atrevéis a rozar un solo cabello de los seres a los que  amo, no os voy a dar una oportunidad más. Estoy enfadada, sí, lo suficiente como para que se haya ejecutado de nuevo la transformación, la Loba ha vuelto,  ¡aquí estoy y os espero!.

 

 




 LOBA

 

Mil tormentas sacuden mi silencio, no puedo contener el fuego que quema mi serenidad. La luna ilumina las lágrimas que se desesperan mientras me desgarro y me rompo. ¡Necesito mutar para poder traspasar el manto sagrado de su cobarde mutismo! Las harpías vuelan siniestras a mi alrededor, tengo los labios  sellados y ahora, quieren censurarme el alma. ¡Me niego a que así sea!  Siento el veneno de sus bocas, la ponzoña de sus perversas mentes persiguiéndome. Otra vez ese dolor que atenaza y mata, otra vez la tortura y la desesperación. Un frio insoportable recorre mi cuerpo, ya no puedo más… ¡Ayuda!!  Surge de mi garganta un lastimero aullido, y de forma irracional, imparable,  comienza la transformación ¡Por fin! La fiera ha venido a salvarme, la Loba ha vuelto para protegerme, la Loba tranquiliza el espíritu que se me escapaba sin remedio, hundido y derrotado…

 Y ahora me preguntáis por el suave y tierno  aleteo de la mariposa, por el dulce  balanceo de  las olas, ahora queréis que vuelva la niña muda e indefensa, ahora pretendéis  que sea el gusano oculto,  la mujer frágil, la esposa invisible, ahora buscáis la devoción, el afecto, el vigor de la comprensión, el ánimo de la que siempre escucha, ahora queréis que resucite el muerto; demasiado tarde porque ¡AQUÍ ESTÁ LA LOBA!  ¿Quién quiere que siga el cuento?  

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