domingo, 24 de noviembre de 2013


Hace unas semanas, ALDO GARCÍA, me pidió que hiciéramos un poema a medias. De inmediato, acepté, pero me ocurrió algo muy extraño, el poema “Esencia”, se apoderó de mí desde el primer verso, no pude contenerme, lo hice mío, no admití los versos que Aldo me enviaba.  Le pedí que uniera los versos que me había enviado, y gracias a ellos, nació su poema FINALES. El caso es que, incumplí mi palabra e hice el poema a mi manera, con mis sentimientos, con mi ESENCIA...y es que sentí una necesidad más allá de lo razonable de escribirlo por y desde mí, para mí… Gracias por ser tan comprensivo Aldo, y por animarme a publicarlo. Sin tu insistencia, lo hubiera dejado eternizarse en el fondo de un archivo olvidado…Y gracias también al “Ulises” que me lo ha inspirado.

 

ESENCIA

Por María Isabel Pardo Bernal.

05 de noviembre de 2013.

 

 



 

 

ESENCIA


 

 

Dejo mis alas escondidas en el pequeño universo,

cuido impaciente el silencio eterno,

me despojo de mi ESENCIA a golpe de verso,

y escribo en ancas del viento, cerca del averno.

 

Me dejo atrapar por los abrazos del guerrero,

ahogo los suspiros dentro de su boca,

desmayada en las luces de un “te quiero,”

muero, vuelo, AMO, vivo… ¡Y no estoy loca!

 

 

Invoco al inmutable y cubro de nieve mi piel

que, ansiosa refleja la luz de sus lunas,

lunas de plata, lágrimas serenas, lunas de hiel.

 Aterradas huyen hacia frías lagunas

 

 

donde, ávido, acaricias el centro de mi placer.

 Detienes tus manos cálidas de amante,

me inquietas, me vences, me haces renacer.

Me prendes, me llevas a la estrella más distante,

 

depositas tu más íntima fragancia,

te internas, te mezclas con MI esencia,

mientras, tus ojos se clavan con la arrogancia

del idolatrado, del hombre que perdió la decencia.

 

Y mi frágil estructura alada

se quiebra, duda, pierde la dignidad, asciende,

se arrodilla, abandona a la temblorosa y débil hada,

eclosionan paraísos, gimes, tu llama se enciende.

 

 Sigues dentro de mi vientre, de mi vida, de mi sueño,

y perduras en mi interior quemando mis entrañas,

te apropias de mi cuerpo, de mi voluntad eres dueño.

De ti, para ti, todo te entrego, más… me engañas.

 

Siento tus manos acariciando suaves al viento,

 eres el hombre que a golpe de dulce voz me derrota,

eres el dolor que envenenado, rompe mi lamento,  

es mi alma desesperada la que grita de dolor, ROTA.

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