Por Aldo García y María Isabel Pardo Bernal.
DE DOS EN DOS
Vamos a escribir en la arena,
tracemos por ejemplo:
Si tus dedos se enredan en los míos,
se enredan nuestras vidas.
Ahora escribe tú…
¡Piensas y no debes pensar, solo sentir!!
Es que se me
ocurren muchas simplezas,
trato de
controlar mis emociones.
¡Escríbelas tal y como nacen!!
Entiende que si sigues tus huellas,
avanzas hacia tu
fin, o hacia otro principio…
Acabo de vestirme de blanco el cuerpo,
y de mar, el alma,
y desnuda la esencia,
en el aire tibio se sumerge.
Las caracolas susurran canciones,
me cuentan olvidos que invoco,
y arcanos que a gritos brotan,
aturden mis secretos entre espumas.
Demonios celados,
lágrimas que sellan luceros…
¡Espera, espera! ¿Lo que quieres es que
escribamos a cuatro manos?
Sólo pretendo perseguir mi necesidad de escribir.
Entonces, sigamos escribiendo en la arena.
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