CUMPLEAÑOS
DE ADRIÁN JASÓN Y SERGIO IVÁN
Hace 17 años, a las 00,05h y a las 00,10h del
día 10 de marzo, domingo, igual que hoy,
nacían mis hijos gemelos Adrián y
Sergio.
Vinisteis
contra todo pronóstico, en contra de la opinión de los médicos, y con la duda,
más que razonable, de todos los que conocían de las dificultades
existentes. Es posible, que la única que
creía firmemente en el buen término de
la odisea de ser madre de nuevo, era yo.
Estaba pletórica, segura, llena de energía, impaciente por conoceros, y por qué
no lo voy a decir, con una valentía
irracional de la que nunca más, he gozado, al menos, en el mismo grado.
¡Deseaba tanto conoceros! No importan ya todos los detalles y sucesos, tantos
agradables, como sombríos y dolorosos, que precedieron al momento en el que vi
por primera vez vuestras caritas: prematuros, dos muñequitos preciosos con
muchas ganas de vivir, desinquietos, con llanto muy potente y los ojos bien abiertos para no
perderos nada ¡Qué tesoro más bello! ¡Cuánta ternura! Os esperaba un tiempo en las incubadoras de
neonatos, la visita diaria de los médicos,
el ambiente frío hospitalario, entrar en el quirófano, lágrimas,
incertidumbres, estar pendiente a diario
de vuestros progresos, miedos, avances, siempre la esperanza intacta… Erais valientes y peleones, os agarrabais con
fuerza y firmeza a la vida y teníais
mucho, mucho carácter. Nos regalasteis bien pronto, vuestras inmensas y bellas
sonrisas, y no sabéis de qué forma me transmitíais la fuerza necesaria para
seguir batallando. Cuando los médicos
decidieron que era hora de dejaros venir a casa, me sentí inmensamente feliz.
¡Tenía tantas ganas de que conocierais vuestro hogar, de compartir el día a día
con vosotros en nuestra casa, junto a papá, vuestro hermano, abuelitos y todas
las personas que os amaban! Bueno,
éstos, ahora, son detalles de menor interés. Lo importante, lo realmente
importante, es que Dios, y la vida nos hizo el mejor de los regalos. Con
vuestra llegada tuve que creer en que LOS MILAGROS EXISTEN. No tengo palabras
para expresar lo agradecida, lo feliz que me siento, mis adorados niños. Nada
es más extraordinario, nada se compara, nada sería igual sin vosotros. Sois lo
mejor y más hermoso que podía anhelar.
Hoy, os recuerdo, que habéis crecido en un
hogar lleno de amor y de mucha gente que os ama y deseo que celebréis, que
celebremos la fecha de vuestro
nacimiento con mucha alegría, con plenitud, con entusiasmo, con agradecimiento
inmenso. Os lo merecéis, nos lo
merecemos. Hijos, ¡HAY QUE CELEBRAR LA VIDA! ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!
No se puede expresar mejor el amor de una madre por sus hijos, como siempre, emociona profundamente el leer tus escritos, llenos de sentimiento, gracias por ser así.
ResponderEliminar